lunes, 27 de enero de 2014

Relato 12.0



-Eh!
-¿Que quién eres tú!?
-¿Por qué cojones me has desconectado??

-¡Contesta!
-¿Quién coño te has creido? 

<Tag >¡Qué hago ahora con esto! ¡Qué hago con este cuerpo maltratado! 

-¿Tú? ¿Que confundes antología con coprofagia? jaja.


¡Déjame! ¡Sábes por lo que fue!

¡No! no fue por el tiempo! ni por el calor! y mucho menos por ese estéril pragmatismo conductista!,... era por toda la desidia que ya impregnaba el moho que se volvía pegajoso en las paredes!

No podía evitar llegar a mi habitáculo y pesar una tonelada. Hundirme contra el suelo en un fango oscuro y rebosante, aquel zulo era el rincón más extremadamente agotador de cualquier vertedero de ciudad. Siempre, siempre, siempre sé que coño me pasa, …
Me miro al espejo, ¿lo ves? Es el puto mono, otra vez, ¡el mono! Necesito probar y atravesar los sentidos, otra vez tengo el mono de respirar esos malditos isótopos fluorescentes sin que nadie me mire!
¡¡Vaya mierda!! ¡ Todo el día quejándose! Solo digo que lo suficiente es más que lo innecesario, porque ya era innecesario mucho antes de ser insuficiente. Y gritas, y comes como un cerdo, mientras emanas putrefacción deseosa de nada. Solo eres otro ruido insidioso contra el mundo.

¿Y qué hago?? ¿Y que más puedo hacer?? ¿qué coño más puedo hacer, si soy una puta yonki de la indiferencia?
Podrías haber despegado mis planos musculares con el espacio de tus dientes más de cien veces, y arrancarme el pelo, las uñas y los huesos , pero a ti solo te preocupaba si conectaba el puto panel para hacer el amor.
¿Aún me preguntas por qué me siento vacía?

Cerré la puerta de un fuerte golpe, el eco atravesó el polvo, no sé si alguien lo oyó, pero esta vez nadie preguntó.
La tenue luz iluminaba las superficies oscuras creando curiosas ilusiones ópticas. Siempre me había resultado paradójico que cuanto más desciende el sol, más bello es el atardecer y más larga es la sombra que proyecta.

Todo estaba en silencio, todo estaba tranquilo. 
Pero yo era ruido , ruido , ruido, y cada vez MÁS ALTO!!
Sujeté el marco con las manos por el lateral.
Golpeé seca y fuertemente mi cabeza contra el espejo.
Se rompió en más de mil pedazos, fue un golpe duro y limpio, aún mantenía las manos temblorosas cuando levanté la mirada , la sangre caía por mi frente hasta pasar por mi boca, deslicé la lengua entre mis labios y saboreé cada milímetro de cada coordenada sangrada en mi piel, era viscosa, caliente y metálica.
A veces, algunas veces... creo que ya no tengo existencia, solo duración.

Dicen que esnifé los pedazos de cristal buscando placer, acaricié cada arista afilada de cada grieta presionando mis dedos jugando con la leve isquemia dirigida, lamí la sangre hasta hacerla invisible al ojo humano... o tal vez no.
Por lo menos había conseguido rellenar unos minutos.

¡Mírate! ¿Ahora qué?!
¡Ya estabas bien!

¿Ahora qué??

¿Ahora? Ahora me voy a dejar flequillo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario