viernes, 25 de abril de 2014

18.0


El lavabo se llena de agua , llevo un semana diciendo que debería desatascar esta tubería, llevo bastante más pensando que me tengo que ir de aquí.

No tenia absolutamente nada que aportar a la segunda era transhumanista , tampoco a la primera, estaba cansado de ver a la gente amputarse en nombre del arte y pintando las paredes de colores para erradicar el pesimismo irrirsorio que llenaba los orificios nasales de polvos disolutos.
Realmente eran putos androides cocainómanos preclasificados, pero siempre preferí el mundo de la retórica.

A ella le gustaba a pesar de todo.

La fijación y la ansiedad que despertaba el futuro era tan grande para los transhumanos que la realidad misma estaba obsoleta. La transmisión de información, eso era. Esa era la gran finalidad.
Necesitas transmitir la información para que algo permaneza. Para que se expanda, para que perdure, transgreda y exista. Era la única forma de garantizar un futuro más allá de uno mismo. El Futuro.
Después de todo, de haber sido capaces de sobrevivir y progresar durante todo este periodo, aún nos necesitaban para prorrogar la especie humana, no sé por cuanto mas tiempo.

Ella brillaba por sus capacidades, formaba parte del proyecto de control intuitivo, pero a menudo parecía ausente. Miraba otra vez por la ventana. Sabía que llegaba su momento, pronto vendrian a buscarla.
Nos conocimos por casualidad y ahora no sabría como seguir sin esto.
Me encendí un cigarro, la luz de la llama me iluminó por unos segundos el rostro, la miraba fijamente, su figura esculpía el aire a su alrededor, estaba todo en silencio, el humo se dispersaba y ascendia desdibujando su silueta... aún estaba aquí.
Se giró cabizbaja y solo alzó la mirada para despedirse. No pude mover ni un músculo de mi cuerpo para suplicarle que no lo hiciera, me quedé como un idiota pegado al colchón como si no fuera responsable del movimiento que no tuviera que ver con las manecillas del reloj.

No pude hacer nada.

Siempre me sentí un medio para un fin, pero hacía tiempo que no tenia sentido. No sé en que momento concreto cambío, pero me temo que es definitivo.


Último tren de la noche, de vuelta a casa, otra vez, misma sensación, misma angustia, bajo las escaleras, la gente mira al suelo, hay un zumbido en mi cabeza, envidio francamente a los religiosos, deportistas, gilipollas y posthumanistas, sobretodo a los ciborgs desalmados.
Otro fallo del sistema límbico, acabo de recordar tu olor, una vez más queda patente la imperfección humana.

Vuelvo a casa, es de noche, no hay nada para cenar.

el capricho de la recombinación de citosina habia escrito mi destino mucho antes de llegar a tener ni siquiera consciencia.

A estas horas ya debe haberlo conseguido.
Nunca supe que función exacta tuve en su vida.

Me enciendo otro cigarro.
Supongo que siempre he sido demasiado egoista.
No fui capaz de hacerlo por ti.


¿Habrán sentido algo cuando se la estaban follando?


Ya daba igual, ahora tenía que hacerlo por mi.
No podía seguir formando parte de esto, Nunca más sería un vehiculo.
Apagué la luz.

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